
Hola Nextinationer,
Por fin, hace tan sólo unos días he podido visitar Praga. Varios años viendo fotos y escuchando hablar de lo maravillosa y bonita que es esta ciudad y por fin, he podido comprobar todo esto con mis propios ojos.
Praga es una ciudad de cuento de hadas con castillo incluido. Caminar por las calles adoquinadas de esta ciudad medieval es como viajar atrás en el tiempo.
En concreto, el barrio que más me ha gustado de esta ciudad es el llamado Mala Straná o «pequeño barrio», que está en la otra orilla del rio, cruzando el famoso puente de Carlos e incluye la islita de Kampa.
Este barrio con aire bohemio, tiene un encanto especial, con sus calles adoquinadas, sus casas pintadas de colores pastel, no tan abarrotado como el barrio viejo de Praga y con cafés y restaurantes muy pintorescos.
Te recomiendo ver aquí varios sitios.
El Complejo del Castillo
El complejo del Castillo realmente se encuentra en el Barrio Hradčany, situado al lado de Malá Strana. Abarca varios edificios como son el antiguo Palacio Real donde vivían los antiguos Reyes de Bohemia y donde destaca el salón Vladislav, de finales del siglo XVI con su bóveda estrellada, la Catedral de San Vitus de estilo gótico, la Basílica de San Jorge, el Callejón de oro y el Palacio Rosenberg.
Se trata del completo de Castillo más grande del mundo y uno de los más antiguos ya que data del siglo IX.
Uno de los sitios que más me gustó, a pesar de la cantidad de gente que había en ese momento, fue el Callejón de oro. Antiguamente, se trataba de la calle donde vivían los guardias del castillo con casas del siglo XVI. Más tarde, esta calle acogió al Gremio de Orfebres, de ahí el nombre, en honor al gremio del oro.
Hoy en día sus casas están pintadas en colores pastel y albergan distintas tienditas y alguna, a modo de exhibición, muestra cómo se vivía en aquella época.
El numero 22 de esta calle es famoso por ser, entre 1916-17, la vivienda de Frank Kafka.
Las calles Nerudova, Thunovská y Mostecká
Estas calles son las más bonitas de Praga, con sus fachadas barrocas con colores pasteles. En concreto, la calle Mostecká formaba parte del camino real, a través del cual pasaban los Reyes de Moravia cuando iban al Castillo de Praga.
Fíjate bien en las insignias de las casas de la calle Nerudova. Servían para diferenciar las casas cuando aún no había números. Aquí os recomiendo parar a comer en el restaurante «U Tri Houslicek» cuyo nombre significa «Los 3 violines».
Iglesia de San Nicolás
Esta increíble iglesia barroca, aunque es de pago, merece y mucho la pena por su decoración de frescos. En ellos destaca un personaje conocido como «el monje cotilla».
Se dice que el autor de los frescos no quería que nadie contemplara su obra hasta que estuviera acabada. Un día, el autor descubrió a un monje espiando su obra así que como castigo, lo pintó en los frescos escondido tras una columna.
De hecho, es uno de los templos barrocos más importantes del país y de Europa. Se construyó como emblema del poder de los jesuitas en el siglo XVIII. Destaca el púlpito y el órgano barroco.
También se puede subir a su torre donde antiguamente desde la misma se espiaba a la gente que vivía en el barrio de Malá Strana, y saber quien salía o llegaba por el puente de Carlos.
Museo de alquimistas y magos del antiguo Praga
Uno de esos sitios diferentes que merecen una visita. Se encuentra en la casa donde antiguamente vivió el alquimista Edward Kelley. De todos los alquimistas, él fue el más famoso.
Allá por el siglo XVI, este país fue muy importante en temas alquimistas gracias al Rodolfo II, emperador del Sacro Imperio, que sentía debilidad por este tema.
Estos alquimistas eran a menudo contratados por el mismo emperador u otros aristócratas para que inventaran fórmulas para la inmortalidad o para crear la mítica piedra filosofal, capaz de convertir ciertos metales en oro.
Speculum Alchemiae Museum
Otro de los museos dedicados a estos alquimistas que se dedicaban a la magia, la astrología y el conocimiento por lo oculto. Por lo visto, la ciudad tiene varios pasadizos bajo tierra que conectan tres puntos: el Castillo, el ayuntamiento y los cuarteles. Si te interesa este tema, puedes leer más del mismo pinchando aquí.
Museo de Gingerbread
Esta tienda-museo en la calle Nerudova destaca con ser un paraíso para los amantes del gingerbread o pan de jengibre. Aquí encontrarás millones de galletas con distintas decoraciones pero todas hechas con gingerbread.
[fMuro de John Lennon
En realidad se trata de la tapia de un pequeño cementerio del s. XIV, propiedad de los Caballeros de la Orden de la Cruz de Malta.
En la época comunista, en esta pared se escribían proclamas libertarias, pero, pocos días después del asesinato de John Lennon (8 de diciembre de 1980) apareció un retrato del Beatle y alguna de las letras de sus canciones «Help! I need somebody»(¡Socorro! Necesito a alguien).
Inmediatamente la policía las borraba, pero a la mañana siguiente aparecían nuevos grafitis. Ni la instalación de cámaras de vigilancia acabaron con ellos en aquella época donde incluso la propia música de los Beatles estaba prohibida porque se consideraba subversiva.
Muchos piensan que este foro al aire libre contribuyó en alguna medida al triunfo de la «Revolución de Terciopelo» que acabó con el régimen totalitario en noviembre de 1989.
Se trata de un lugar de peregrinación tanto si eres amante de los Beatles como si quieres ver uno de los rincones más pintorescos y fotografiados de Praga. Eso sí, asegúrate de ir a primera hora o tendrás a decenas de personas alrededor.
U Lužického semináře. la callejuela más estrecha de Praga
Muy cerca del Museo de Kafka, inaugurado en 2005, está la que dicen que es la calle más estrecha del mundo, a la altura del número 24 de la calle U Luzického Semináre. Un pequeño pasadizo en cuesta y con escalones por el que apenas cabe una persona. Un semáforo a ambos extremos regula la circulación peatonal.
Museo Franz Kafka
Destaca la fuente enfrente del museo, obra del controvertido artista de Praga, David Cerny. Colocada aquí en 2004, está formada por dos estatuas masculinas orinando dentro de un recipiente con la forma del mapa de la República Checa. Los falos se mueven por un sistema mecánico y, pueden escribir con el agua-orina frases si los visitantes envían un SMS desde sus teléfonos móviles. https://kafkamuseum.cz/en/
Ver los cisnes al atardecer
No hay nada más romántico en Praga que este sitio, ver los colores rosados del atardecer, rodeado de cisnes y patos con el puente de Carlos al fondo.
Isla de Kampa
Es uno de los rincones con más encanto de Praga, un pequeño oasis cerca del bullicioso Puente de Carlos. Tiene varios molinos de viento antiguos, destacando el Molino de Gran Prior cerca de la plaza del Gran Priorato donde se encuentra la sede de los Caballeros de la Orden de Malta.
Antiguamente en esta isla vivían agricultores que trabajaban en sus huertos y molinos. Posteriormente, alojó a los albañiles que trabajaron en el Puente de Carlos y después, en la zona, se instaló la aristocracia que caminaba alrededor de los jardines ingleses de la zona.
Hay pocos cafés y restaurantes y se respira un ambiente muy relajado y tranquilo.
Te recomiendo tomar algo en el café que hay enfrente de la rueda del molino del Gran Prior, con una terraza muy mona o en el vecino Café de John Lennon. Aquí podrás ver también el puente de los candados de Praga, donde los enamorados ponen sus candados de colores para sellar su amor.
¿Habéis estado en Praga? ¿Cuál es vuestro barrio favorito? Si tenéis más recomendaciones en este barrio, hacédmelas saber para que pueda actualizar el post.
Si tenéis cualquier duda o pregunta, podéis mandarme un mail o escribirlo en comentarios.
Si queréis ver más fotos de mis viajes, puesto que aquí solo pongo unas pocas, no dudéis en seguirme en mi Instagram pinchando aquí.
Muchas gracias por leerme.
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1 Comment
Qué ver en Praga: Ciudad antigua | Nextination
mayo 6, 2019[…] un post reciente, os hablé ya de la zona de Mala Straná y del Castillo y hoy os hablaré de la ciudad antigua dejando El Barrio judío para otro futuro […]